Vivimos rodeados de ondas electromagnéticas de todo
tipo, emitidas por infinidad de aparatos eléctricos y electrónicos. Aunque no se vean, ni se noten, eso no significa que no puedan provocar efectos negativas sobre nuestra salud.
En el caso concreto de la radiaciones emitidas por equipos móviles, los expertos han observado que
hay una relación estadística entre el uso de la telefonía móvil y dos tipos de
tumor intracraneal (el glioma y el neuroma acústico).
Además de estos posibles efectos sobre la salud, se han realizado numerosos estudios que han demostrado efectos entre la exposición a ondas electromagnéticas y el sueño.
Se ha demostrado, por ejemplo, que la exposición a los
sistemas de comunicación por móvil (GSM) influyen en la excitabilidad cortical
y por ende, sobre la arquitectura del sueño.
La mejor defensa ante las radiaciones es la
distancia. Cuánto más alejamos las fuentes de emisión, más disminuye la
intensidad de las ondas.
En este sentido, podemos proponer una serie de consejos, a aplicar en nuestra vida diaria, que van en el sentido de disminuir al máximo la exposición de nuestro organismo a las radiaciones electromagnéticas:
En el dormitorio, tanto por los efectos sobre el sueño, como por los efectos que puede provocar la exposición continuada, debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- No colocar aparatos eléctricos o electrónicos en nuestras mesillas de noche ni cerca de las camas. El aparato eléctrico más próximo debería estar al menos a 1 metro de distancia de nuestra cama
- Evitaremos poner lámparas halógenas o fluorescentes
- Evitaremos radiorelojes o despertadores eléctricos, ya que además del campo eléctricos, su transformador genera un fuerte campo magnético.
- No tener teléfonos inalámbricos, móviles o equipos wifi en el dormitorio, o al menos apagarlos por la noche. No instalaremos nunca routers inalámbricos ni puntos de acceso wifi en el dormitorio.
- No instalar cables eléctricos, enchufes o regletas debajo de las camas, mesas, sillas ni sofás.
- Comprobar que hay al otro lado de la pared de la cama (vecinos, otra habitación o la calle), ya que pueden existir equipos electrónicos o eléctricos que emitan campos electromagnéticos y que atraviesan la pared. Especialmente importante es vigilar que no haya un frigorífico, ya que su compresor eléctrico genera un gran campo magnético durante todo el día.
- Evitar el uso de mantas eléctricas y todo tipo de calefactores eléctricos para las camas, al menos cuando estemos acostados, ya que generan también fuertes campos eléctricos y magnéticos
- Con los portátiles, no trabajaremos con ellos encima de nuestras piernas. Aunque es una práctica muy generalizada, sería recomendable separarlo, al menos, 30 cm de nuestro cuerpo
- Evitar el uso de teléfonos inalámbricos domésticos. La base de carga de estos teléfonos emite radiaciones continuamente. En todo caso, no instalar las bases de carga en los dormitorios ni en paredes contiguas a los mismos.
- En la cocina, nos separaremos un mínimo de 0,5 m de los electrodomésticos en funcionamiento, como licuadoras, batidoras, tostadoras, vitrocerámicas, etc…; y un mínimo de 1 metro de lavavajillas, lavadoras y microondas.
- Evitar las cocinas de placas de inducción por el gran campo magnético que generan.